Aunque en la foto no se aprecie demasiado, estaba nevando con bastante abundancia, y había una niebla que no dejaba ver demasiado (lo que haría muy complicado poder ver las cataratas desde el lado canadiense). Además teníamos un poco de miedo de que la carretera empeorase demasiado (ya estaba empezando a cuajarse la nieve en el asfalto). Por tanto decidimos salir despacito y con calma de vuelta a Nueva York para coger el sábado nuestro vuelo a Los Ángeles (y de paso intentaremos ir mañana por la tarde a un musical en Times Square, que nos quedamos con las ganas).
Al salir nos quedamos con las ganas también de probar la piscina del hotel:
(Me encanta eso de estar viendo nevar dentro de una piscina calentita...). Pero ya teníamos que hacer el check-out y no tuvimos tiempo... Una lástima.
El camino de vuelta empezó con nieve intensa:
Y poco a poco se fue transformando en lluvia según bajábamos en latitud, y la niebla nos ha acompañado también durante todo el camino (a veces más intensa y otras menos, pero siempre ha estado presente).
Dado que con esas condiciones no podíamos ir muy rápido el camino se nos ha hecho un poco largo, pero tampoco nos hemos aburrido. En una parada pudimos ver una pick-up típica americana con una caravana enorme enganchada en la parte trasera:
Tienen hasta el mercedes al lado para poder moverse sin tener que cargar con ese bicho tan grande... Una pasada, algún día tendremos una caravana parecida :-).
Ahora estamos a una hora y media de llegar a Nueva York, así que para mañana no nos queda nada...
¡Saludos!
Susana y Alberto
Yo esa foto de la caravana no se la enseño a Isra. No no no...
ResponderEliminarQue frio no???