Camino a Washington. Escala en Philadelphia

Hoy hemos dejado Nueva York, que ha amanecido con el mejor tiempo que hemos tenido desde que hemos llegado:

No sé si porque se alegraba de que nos fuésemos o que nos invitaba a quedarnos más tiempo...

El caso es que hemos cogido el coche rumbo sur, al final hemos decidido alterar un poco la ruta original para que las Cataratas del Niágara estuvieran en último lugar, por si nos quedamos algo apurados de tiempo poder descartar esa parada (ya que implica un viaje de ida de 7 horas y otro de vuelta de otras tantas...), aunque esperamos no tener que hacer eso.

Así que unas dos horas después de dejar el hotel de Queens hemos llegado a Philadelphia, donde la primera parada ha sido, como no, las escaleras de Rocky:

Que, obviamente, no podíamos dejar de subir corriendo, como muestra este vídeo (he tenido que grabarlo en 2 vídeos por razones que no vienen al caso, pero va uno justo después del otro):

Y desde la parte de arriba se puede apreciar una vista espectacular de la ciudad de Philadelphia:

Supongo que recordaréis que en las secuelas de la película de Rocky (creo que era en Rocky III, cuando se enfrenta a Mr. T) había una estatua en lo alto de las escaleras. Pues esa estatua no está (no sé si estuvo alguna vez, pero ahora mismo no lo está). Lo que sí está es una estatua de Rocky pero en la parte inferior y a la derecha de las escaleras, medio escondida:

Creo que, para lo que son los norteamericanos (que aprovechan cualquier cosa con un mínimo de fama para explotarlo), tienen muy mal aprovechada la imagen de Rocky aquí...

En frente del Museo de Arte de Philadelphia (el de las escaleras de Rocky) pudimos ver un museo de Rodin, con su figura más representativa, El Pensador, en la misma puerta:

Después de eso fuimos al Reading Terminal Market, un mercado muy famoso que está en el medio de la ciudad:

Donde nos comimos un Cheesesteak, algo muy típico de Philadelphia:

Estaba delicioso, es una especie de bocata de ternera picada con queso. El mío (el de la izquierda) tenía además bacon y el queso era provolone (se me está haciendo la boca agua solo de recordarlo), y el de Su tenía la ternera y queso americano (el mío estaba bastante mejor, jeje).

De postre nos tomamos un zumo de mango, naranja y piña, aunque vimos las típicas manzanas con caramelo:

Y unas cebollas (con piel y todo) con chocolate... Estos americanos tienen unos gustos más raros...

Pues a pesar de las cebollas ya estoy salivando...

A la salida nos encontramos un Hard Rock Café con una guitarra enorme girando en lo alto:

Y una estación de tren algo curiosa:

Tras eso fuimos a ver el Independence Hall (el sitio donde se firmó la declaración de la independencia):

Y pusimos rumbo a Washington (al final Atlantic City lo quitamos de la lista, ya que tenemos que desviarnos un poco y no esperamos ver nada que no vayamos a ver multiplicado por 100 en Las Vegas...).

Por la carretera hemos visto indicaciones para ir a Bell Air, y nos hemos acordado de Will Smith y de la serie El Príncipe de Bell Air. Recordando un poco la canción de inicio dice que se va del oeste de Philadelphia a Bell Air en un taxi... Aquí todo te recuerda a algo que has visto en la tele de una u otra forma.

Finalmente hemos hecho escala en un hotel pasado Baltimore, y mañana haremos los 40 minutos que quedan del viaje a Washington, donde estaremos un par de noches.

¡¡Buenas noches!!
Susana y Alberto