Segundo día en Washington. El sol salió

Pues parece que hoy se nos ha compensado por el mal tiempo de ayer con el mejor día que hemos tenido desde que hemos llegado:

Hemos pasado de la nieve y los 3 grados de ayer, a un sol (que me ha quemado la calva, una de las muchas consecuencias de no tener pelo en la azotea) y 17 grados.

Así que aprovechando este buen tiempo hemos ido a ver la Casa Blanca, donde nos hemos encontrado con una manifestación en contra de la guerra:

Recordando ciertos episodios pasados:

Y en medio de la misma nosotros nos pusimos a lo nuestro, sacando fotos de la casita que actualmente ocupa Barack Obama:

Y también vista desde detrás, que creo que es la imagen que tienen los billetes:

Paseando por los jardines que hay por aquí (que hay unos cuantos) nos encontramos a algún habitante demasiado acostumbrado a la presencia humana:

Luego pasamos al museo que hay acerca de la Casa Blanca y los presidentes que ha tenido Estados Unidos, donde tienen una maqueta:

Y alguna foto aérea de la zona:

Tras eso seguimos paseando y haciendo fotos de la zona:

Donde nos llamaron la atención las típicas furgonetas de las películas en las que se venden de forma ambulante helados, perritos, hamburguesas,...

Pero nosotros a lo nuestro, seguimos viendo los distintos memorials que hay por la zona de los distintos presidentes, como el anterior de Washington, el de anoche de Lincoln, este de Jefferson:

De Roosevelt:

Y de otras figuras que no llegaron a ser presidentes pero que fueron igualmente muy importantes, como Martin Luther King:

Luego nos fuimos a ver el museo de historia americana, que tenía la mitad de las salas cerradas, y en la otra mitad tampoco se podían ver muchas cosas interesantes, pero bueno, algo había sobre la lucha en contra de la segregación racial:

Evolución tecnológica en materia de transporte (esta es una de las primeras máquinas de vapor que empezaron a funcionar en Estados Unidos, importadas desde Reino Unido para servir en la primera línea que se construyó entre Nueva York y Philadelphia):

Algo sobre la ruta 66 :-) :

O el primer viaje en coche a través del país:

Al salir de ahí nos fuimos a por el coche que teníamos aparcado. Simplemente para que os hagáis una idea de lo que es aparcar en Washington, os mostramos un par de fotos de las señales típicas que os podéis encontrar en cualquier calle:

Si las miráis con detenimiento podéis entender todo lo que indican, pero os imaginaréis que si estás buscando sitio para aparcar y te tienes que leer todo lo que ponen las señales para interpretarlas, satura un poco, especialmente cuando en cada callecita puedes encontrarte fácilmente 4 ó 5 postes con señales como estas, marcando inicios de zonas de aparcamiento regulado, otras donde no puedes aparcar, luego tienes un vado, luego un hotel con aparcamiento restringido... Y todo eso está indicado con estas señales para el inicio y fin de cada zona... Vamos, un jaleo impresionante.

Después nos dirigimos al pentágono, donde simplemente hicimos una foto como recuerdo, porque tampoco te dejaban entrar dentro a ver ningún secreto nacional, jeje:

La foto con esa perspectiva no es muy reconocible, porque a no ser que hagas una foto aérea es imposible vislumbrar la forma de pentágono del edificio... Pero creernos, eso era el pentágono.

Y ya salimos de Washington rumbo a nuestra siguiente parada: Lancaster.

Como curiosidad: nos ha llamado mucho la atención que en la carretera sean tan restrictivos con las velocidades de los turismos, y luego los camiones de mercancías tengan los mismos límites de velocidad. Nos ha pasado en este trayecto que en una carretera de 3 carriles íbamos en el centro a más de 110 km/h adelantando a un camión que iba por el carril derecho, y justo a nuestra izquierda (por el carril más rápido de los tres) se nos pone otro camión a adelantarnos a nosotros... Asusta un poco...

Llegados a Lancaster nos paramos en un motel de carretera, de los típicos que salen en las películas que dejas el coche delante de la puerta de tu apartamento... Mañana os contamos qué tal...

¡¡Saludos!!
Susana y Alberto