Primer día en las cataratas del Niágara y Canadá

Antes de nada quiero poner un aviso: sé que la frase de 'Las fotos no hacen justicia a la realidad' está muy gastada, pero realmente en este caso aplica totalmente, ya que en las fotos se pierde la sensación de profundidad por estar en dos dimensiones en lugar de tres, por lo que no tienen nada que ver con la realidad, realmente es algo que hay que ver en persona. Por otro lado si queréis ver fotos bonitas de las cataratas del Niágara, buscad por Internet, vais a encontrar miles de fotos muchísimo mejores (estas además están tomadas con el móvil).

Bueno, y ahora volvemos al post...

Tras pasar la noche en uno de los mejores hostales en los que hemos estado (y de los más baratos, unos $65 desayuno incluido), salimos para completar nuestro camino hasta las cataratas.

Hacemos una parada a medio camino donde nos encontramos a Zoltar (de la película 'Big'):

De camino Susana menciona la suerte que estamos teniendo de que no nos llueva... Y una hora después nos cae un diluvio... En fin, alguno nos tenía que caer. Afortunadamente para casi por completo antes de llegar a las cataratas, aunque el día se nos queda nublado.

Y por fin llegamos al hotel. Es increíblemente barato (menos de $60), tiene piscina cubierta (que no sé si podremos probar por falta de tiempo), gimnasio... y está a 5 minutos andando de las cataratas. Es el lado bueno de venir en invierno, está todo vacío...

Desde la habitación del hotel se puede ver Ontario, la ciudad Canadiense que está al otro lado de las cataratas, y un humillo que es el agua vaporizada que se desprende de las cataratas:

Tras dejar todas las cosas en el hotel nos vamos a ver las cataratas, y según nos vamos acercando al borde se va viendo lo impresionantes que son (nuevamente, en fotos no tiene nada que ver, ya que se pierde la sensación de profundidad):

Y por fin las vemos. Aunque desde el lado de Estados Unidos no se ve de frente, sigue siendo una imagen absolutamente impresionante:

Queremos verlas de frente, así que nos dirigimos al puente que separa Estados Unidos de Canadá:

Y esta es la frontera que hay a cada lado del puente:

Antes de pasar al lado canadiense tuvimos que volver al hotel a por los pasaportes, ya que los habíamos dejado en la caja fuerte, y una vez los recogimos (ya de noche) procedemos a pisar por primera vez Canadá:

Por un momento Susana está a un lado de la frontera y yo al otro, regocijándose en que yo seguía en Estados Unidos, hasta que le recordé que yo llevaba los pasaportes, y que si no pasaba se quedaba atrapada... Momento en el que le cambió la cara :-).

Tras pasar la frontera hacemos algunas fotos desde el lado canadiense. A partir de las 8:30 iluminaron las cataratas, primero con luz blanca:

Y luego con colores:

Es una pena que en las fotos apenas se vea nada, en persona es realmente impresionante. Además, no sé si se ve bien, pero justo delante de la caída de agua hay unos bloques inmensos de hielo. Nos alegramos de haberla visto en invierno, porque eso es algo también impresionante que en verano no se puede ver (además apenas hay turistas, y en verano esto tiene que ser un hervidero de gente...). No obstante volveremos a verlas, esta vez en verano.

Mañana por la mañana volveremos a Canadá para hacer las fotos de día, por lo que seguramente salgan mucho mejor y se puedan ver bien las cataratas y los bloques de hielo.

A la vuelta a Estados Unidos, antes de regresar al hotel, nos pasamos por un casino que hay aquí al lado. Seguramente apenas sea un mini-aperitivo de lo que veremos en Las Vegas, pero nunca habíamos visto un casino tan grande:

Por dentro le hicimos una foto a la sala principal, pero tiene muchas otras salas, es realmente inmenso:

Tras eso volvimos al hotel a descansar un poco (las 294 escaleras del monumento que subimos en Boston nos han ocasionado algunas agujetas...), mañana veremos las cataratas de día, esperamos que con mejor tiempo.

¡Buenas noches!
Susana y Alberto